BMJ 2012;345:e6856 | |||||
Presentacion de un caso. Un hombre de 60 años con diagnóstico de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que requiere oxigenoterapia prolongada llamó al servicio de ambulancias debido a que presentaba disnea intensa. Con el tratamiento con O2 (oxígeno) nasal a 2 litros por minuto, su saturación de O2 era de 88%. Durante un viaje de 27 minutos hacia el hospital, los paramédicos le hicieron nebulizaciones con Salbutamol liberado con O2 (aproximadamente 60% de O2) y luego le administraron O2 mediante una mascarilla con reservorio (aproximadamente 80% de O2). El paciente se durmió antes de llegar al departamento de emergencias y los gases en sangre mostraron signos de acidosis respiratoria con un pH de 7,19; CO2 elevado de 11,3 kPa (rango normal 4,5-6,0) o 84,75 mm Hg, bicarbonato elevado, 32 mmol/L (rango normal 21,0-28,0) y presión parcial de O2 elevada (18,5 kPa) (rango normal 12,0-15,0) o 138,76 mm Hg con una saturación de O2 elevada, del 100% (rango normal 95-98%). Para tratar la insuficiencia respiratoria hipercápnica acidótica hubo necesidad de intubación y ventilación pero el paciente falleció al segundo día de la ventilación. Uso del oxígeno en la emergencia Aproximadamente un tercio de los pacientes trasladados en ambulancia recibe oxigenoterapia durante el traslado y en el Reino Unido casi el 15% de los pacientes hospitalizados recibe O2 en cualquier momento de su internación.
El siguiente cuadro muestra las enfermedades que en el pasado recibían O2 sistemáticamente con mayor frecuencia pero para las que ahora solo se recomienda si el paciente está hipoxémico.
En la mayoría de los países, el O2 médico, como otros gases, es considerado un fármaco y su uso es habitual. Al igual que con otros fármacos, en el departamento de emergencias médicas es apropiado iniciar la oxigenoterapia inmediatamente y documentarla una vez que las condiciones de la emergencia se han estabilizado. Sin embargo, en el Reino Unido, la mitad de los pacientes hospitalizados tratados con oxigenoterapia no tiene prescrito este tratamiento o no está documentado por escrito en forma válida. Esta situación también ha sido observada en varios países. ¿Cuál es la efectividad de la oxigenoterapia de emergencia? En general, el O2 se administra con la finalidad de mejorar la disnea pero no hay evidencia de que ese alivio se consiga en los pacientes con enfermedades agudas no hipoxémicos, de manera que la principal indicación de la oxigenoterapia en la emergencia es proteger a los pacientes de las potenciales consecuencias dañinas de la hipoxemia. Un estudio de 25 sujetos sanos expuestos a la hipoxemia aguda en la altura comprobó que los errores en las tareas mentales ocurrieron con una saturación media de O2 del 64% (rango 45-84%), y que la inminente pérdida de la conciencia ocurrió con una saturación media de 56% (40-68%), cuadro que revirtió con la oxigenoterapia. La hipoxemia más intensa puede conducir al daño cerebral y potencialmente al daño de otros órganos como el hígado y los riñones. Por otra parte, los montañistas aclimatados, pueden tolerar durante un tiempo corto la exposición a niveles de saturación de O2 tan bajos como 34%, mientras que muchos pacientes con enfermedad pulmonar crónica están adaptados a la hipoxemia. La efectividad de la oxigenoterapia de emergencia no ha sido evaluada en estudios aleatorizados y controlados de pacientes hipoxémicos, de manera que sus beneficios no se conocen en términos del número con necesidad de tratar para evitar la muerte o las complicaciones. No se conoce cuál es el nivel preciso de hipoxemia peligroso en una enfermedad particular pero 4 estudios de observación de pacientes críticos han mostrado un aumento de la mortalidad entre los pacientes hipoxémicos internados en terapia intensiva con una PaO2 <8-9 kPa (66.75 mm Hg) (equivalente a una saturación de O2 <91-94%). Sin embargo, una revisión de Cochrane de monitoreos oximétricos perioperatorios reveló que una corrección leve de la hipoxemia no redujo las muertes perioperatorias o las complicaciones, aunque los médicos que tuvieron acceso a la oximetría consideraron que ellos habían revertido el daño corrigiendo la hipoxemia. No hay estudios aleatorizados para evaluar la eficacia de la oxigenoterapia en los pacientes críticos no hipoxémicos. La recomendación de administrar O2 durante el manejo inmediato de todos los pacientes críticos se basa en el consejo especializado de que es posible que la saturación de O2 no sea fidedigna en ese tipo de pacientes, especialmente en la atención prehospitalaria; apenas el paciente se haya estabilizado es necesario volver a establecer el rango de saturación de O2 deseado. ¿Cuán segura es la oxigenoterapia de emergencia? La administración escasa o excesiva de O2 puede causar la muerte. Un informe de la National Patient Safety Association del Reino Unido identificó al menos 9 muertes (y quizás hasta 35) entre los años 2004 y 2009 que fueron atribuibles al uso incorrecto de la oxigenoterapia, incluyendo 4 casos de O2 insuficiente y 4 casos de oxigenoterapia excesiva. La mayor parte de los incidentes relacionados con la subutilización del O2 se debió a fallas del equipo, como el vaciado o la discontinuidad del aporte de O2 o, la conexión accidental a la salida de aire en vez de a la salida de O2. Es posible que estas cantidades sean muy subestimadas y muchas muertes relacionadas con la oxigenoterapia pueden no ser fácilmente reconocidas. Por ejemplo, el primer estudio aleatorizado de oxigenoterapia controlada en las exacerbaciones agudas de la EPOC halló un 9% de mortalidad relacionada con la administración de concentraciones elevadas de O2, mientras que cuando se administró O2 controlado con el objetivo de lograr una saturación de O2 del 88 al 92% la mortalidad solo fue del 4%.La guía para la oxigenoterapia de emergencia de la British Thoracic Society recomienda una saturación de O2 casi normal para la mayoría de los pacientes agudos y un rango deseado de 88-92% para la mayoría de los pacientes en riesgo de insuficiencia respiratoria hipercápnica (lo más indicado para el paciente aquí presentado). Hace ya más de 100 años que quedó establecido que las concentraciones elevadas de O2 pueden causar daño pulmonar. El O2 puro es irritante de las membranas mucosas y puede provocar daño tisular por la liberación de radicales libres. Estudios de cohorte recientes han mostrado que en los supervivientes de un paro cardíaco tratados en unidades de terapia intensiva especializada y general, en las primeras 24 horas existe una mayor mortalidad asociada a la hiperoxemia. Otros autores también lo han comprobado en supervivientes de un paro cardíaco quienes también informaron un exceso de mortalidad residual en el grupo hiperoxémico después del análisis multivariado. ´ En las exacerbaciones agudas de la EPOC, las concentraciones elevadas de O2 aumentan el riesgo de insuficiencia respiratoria hipercápnica. El primer estudio aleatorizado sobre la administración en estos casos de concentraciones elevadas de O2, comparada con la oxigenoterapia controlada, mostró una mortalidad del 9% en el grupo con oxigenoterapia con elevadas concentraciones de O2 contra el 4% en los pacientes con oxigenoterapia controlada (saturación objetivo de O2 de 88 a 92%). Una auditoría realizada en el Reino Unido de 9.716 pacientes con exacerbación de la EPOC informó una mortalidad global del 7,7%: la mortalidad fue mayor cuando se administró >35% de O2 comparado con las concentraciones más bajas (11%-7%); la necesidad de soporte ventilatorio también fue mayor con >35% de O2 (22%- 9%). Recientes estudios controlados han mostrado que las elevadas concentraciones de O2 también se asociaron con mayor riesgo de hipercapnia en el asma aguda y la neumonía y en el síndrome de hipoventilación por obesidad. En el estudio de asma aguda, 106 pacientes fueron elegidos al azar para recibir O2 en alta concentración (8 L/min con máscara facial simple) o con oxigenoterapia controlada (saturación objetivo 93-95% en 60 minutos). Los 10 casos de hipercapnia detectados ocurrieron entre los pacientes con alta concentración de O2, lo que presenta la posibilidad de que la mayoría de los casos de insuficiencia respiratoria en el asma aguda (asma casi fatal) pueden estar causados por la oxigenoterapia excesiva. ¿Qué precauciones deben tomarse? El O2 favorece la combustión y existe riesgo de incendio o explosión, especialmente si los cuidadores fuman o hay fósforos cerca de la fuente de O2. El O2 está contraindicado en la intoxicación por paraquat (N. del T: dicloruro de 1,1'-dimetil-4,4'-bipiridilo, un viológeno usado como herbicida cuaternario de amonio) y en la lesión pulmonar por bleomicina debido a que en estas condiciones acentúa el daño pulmonar. La oxigenoterapia no controlada y con elevadas concentraciones de O2 está contraindicada en la EPOC y en otras enfermedades como la obesidad mórbida, o en enfermedades musculoesqueléticas o neurológicas como la cifoescoliosis o la enfermedad de las neuronas motoras, en las que el O2 puede causar o agravar la insuficiencia respiratoria hipercápnica. ¿Cuál es la relación costo efectividad? La relación costo efectividad de la oxigenoterapia de emergencia no se puede calcular porque su efectividad clínica para la mayoría de las enfermedades en la que se utiliza no ha sido evaluada en estudios controlados. El O2 es un fármaco barato, pero aún cuando se utiliza durante un lapso corto requiere el uso de máscaras faciales o de cánulas y tubuladuras, las que pueden costar más que el O2 mismo. Las auditorías realizadas en el Reino Unido y otros países han informado más el uso excesivo del O2 que el insuficiente. La auditoría de la British Thoracic Society Emergency Oxygen Audit de 41.000 pacientes de hospitales del Reino Unido comprobó que los pacientes tratados con oxigenoterapia tenían otra prescripción u orden escrita para oxigenoterapia en 2008, llegando al 48% en 2011; de aquellos con una saturación de O2 objetivo especificada, el 10% estaba por debajo de ese rango pero de 23% estaba por encima. Estas auditorías indican que se puede mejorar la relación costo efectividad si el O2 se restringe a los pacientes que lo requieren, pudiendo evitar la hiperoxemia y sus complicaciones. ¿Cómo se administra y monitorea? Dispositivos para la liberación de oxígeno Es necesario que los médicos estén familiarizados con 4 o 5 tipos de dispositivos de liberación de O2 para ser utilizados en la mayoría de las situaciones de emergencia (consultar la guía de la British Thoracic Society’s Emergency Oxygen).
Monitoreo a la cabecera del enfermo A diferencia de la mayoría de los fármacos, la oxigenoterapia de emergencia no se prescribe en dosis preestablecidas sino que las mismas deben adaptarse a cada paciente (usualmente 94-98% u 88-92%). El equipo de administración (comúnmente de enfermería) debe ajustar la concentración del O2 inspirado para alcanzar las concentraciones deseadas y asegurarse de que la liberación de O2 está claramente documentada. Si el requerimiento de O2 aumenta, los pacientes deben ser revisados nuevamente para identificar la causa de la hipoxemia y realizar su tratamiento. Todos los pacientes con indicación de oxigenoterapia de emergencia deben ser sometidos a un monitoreo regular, idealmente utilizando un sistema de puntos que permita detectar precozmente los signos de alarma. Los sistemas de puntos más nuevos incluyen los resultados de la oximetría, pero los pacientes con enfermedades respiratorias pueden requerir la protección tanto de la hiperoxemia como de la hipoxemia y pueden estar en peligro aun teniendo un nivel de saturación de O2 ”normal”. Los futuros sistemas de puntos para los signos de alarma tendrán que reflejar esta situación. Monitoreo de la saturación En la actualidad hay oxímetros de pulso baratos y seguros que están disponibles en la mayoría de las situaciones en las que está indicada la oxigenoterapia de emergencia. Sin embargo, la oximetría puede ser imposible en los casos de shock e imprecisa en otros, como la intoxicación por monóxido de carbono (debido a que la carboxihemoglobina da una señal similar a la oxihemoglobina). Por lo tanto, el monitoreo regular de los otros signos vitales puede alertar acerca de un deterioro clínico antes de que aparezca un trastorno en la saturación de O2. Se debe evitar el uso preventivo del O2 en los pacientes no hipoxémicos ya que en los pacientes normoxémicos el aumento del contenido de O2 en la sangre es mínimo mientras que el nivel de O2 elevado artificialmente da como resultado una oximetría de pulso casi inútil como forma de monitorear la ventilación y el intercambio gaseoso y puede retrasar el reconocimiento del deterioro clínico. Monitoreo de la toxicidad y la efectividad Los pacientes hipoxémicos y con riesgo de hipoxemia necesitan ser monitoreados cuidadosamente. La efectividad de la oxigenoterapia puede monitorearse en forma directa por la oximetría de pulso y la medición de los gases en sangre como así por la alteración de otros signos vitales. La toxicidad se reconoce mejor en los pacientes con riesgo de insuficiencia respiratoria hipercápnica (como en los pacientes con EPOC, hipoventilación por obesidad o enfermedades neuromusculares crónicas). Los signos clínicos de acumulación de CO2 son la vasodilatación, la somnolencia y la asterixis. Pero la única manera confiable de diagnosticar la hipercapnia (y acidosis) es medir los gases en sangre. Por esta razón, esta medición debe hacerse en todos los pacientes con riesgo de insuficiencia respiratoria hipercápnica que requieren oxigenoterapia de emergencia. Los sensores transcutáneos de CO2 no son tan seguros como los oxímetros de pulso, y no se recomiendan para ser usados clínicamente en el manejo de las emergencias médicas. ¿Cómo se compara el oxígeno con otros fármacos? No hay otros fármacos que puedan ser utilizados en la hipoxemia, pero existen otros métodos para mejorar la liberación de O2 de los tejidos. Para los pacientes con hipoxemia leve, estas estrategias pueden ser más efectivas que aumentar la concentración de O2 inhalado.
|
jueves, 5 de diciembre de 2013
Oxigenoterapia en la emergencia
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario